Se ha encontrado que tanto la agresividad y la violencia, como los problemas económicos y la disponibilidad de drogas son factores que contribuyen negativamente al uso de sustancias controladas.
Los hispanos nos caracterizamos por nuestra hospitalidad, la alegría y el espíritu festivo de nuestras costumbres y tradiciones. Sin embargo, debido al uso creciente de drogas como el alcohol y la cocaina, estas tradiciones se ven opacadas. Esto nos afecta como individuos y como sociedad.
En lo personal, se afecta la salud física y mental del individuo, a nivel familiar generan problemas relacionados a la violencia intrafamiliar y a nivel laboral, resulta en la baja productividad, ausentismo e incompetencia, además de las consecuencias legales.
Muchos factores convergen en la conducta del ser humano con relación al uso y al abuso de drogas. La autoestima, la interpretación o el pensamiento sobre cuán apta es la persona para lidiar con los retos de la vida, es un factor importante. La baja autoestima produce una sensación de fracaso, culpa, insuficiencia y vergüenza que lleva a un vacío interno que hace sentir a la persona impotente ante las demandas sociales y familiares.
Otro factor son las condiciones sociales y el entorno donde se involucra la persona. Tanto la agresividad y la violencia, como los problemas económicos y la disponibilidad de drogas también contribuyen negativamente. Entre los adolescentes y los jóvenes un factor muy influyente es la presión de grupo y la curiosidad.
La mayoría de las investigaciones realizadas señalan que, en ocasiones, las drogas en exceso son usadas para aliviar la tensión, ya que algunas, como el alcohol, la marihuana, los ansiolíticos y los opioides (heroína, morfina, codeína) tienen propiedades sedantes.
Otras sustancias, como la cocaína y las anfetaminas, actúan como estimulantes en el sistema nervioso central, provocando estados de euforia, agitación, lenguaje acelerado y pérdida de sueño y apetito. Éstas causan dependencia física y psicológica luego de uso prolongado causado por el desarrollo de tolerancia, que se refiere a la necesidad de aumentar la cantidad de la droga para lograr el efecto deseado.
También, los síntomas de retirada (cambio de conducta cuando hay una interrupción o reducción brusca del uso de la droga) indican que existe una dependencia. Por ejemplo, ante síntomas de retirada de cocaína se puede observar: fatiga, agitación, irritabilidad, insomnio o hipersomnia. El uso y el abuso de drogas produce deterioro en el funcionamiento general del ser humano.
El apoyo y la comprensión familiar son importantes. Existen tratamientos psiquiátricos y psicológicos efectivos para cubrir sus necesidades, ademas de remedios naturales que son efectivos y seguros sin efectos secundarios peligrosos.
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miércoles, 23 de septiembre de 2009
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