Un plan para prevenir las recaídas es crucial para cualquier persona que se haya recuperado o esté recuperándose de adicciones al alcohol o a las drogas.
Después del arduo camino de la recuperación a la drogadicción o al alcoholismo, una recaída puede ser devastadora, no sólo para el individuo pero tambien para el núcleo de seres queridos que le rodea. Es por eso que un plan para prevenir las recaídas es crucial para cualquier persona que se haya recuperado o esté recuperándose de estas adicciones.
Estudios científicos dirigidos por el Instituto Nacional de Abuso de Drogas (National Institute on Drug Abuse) realizados en Estados Unidos han demostrado que “el cerebro sí se acuerda” y tiene la capacidad para hacer asociaciones de lugares, personas, cosas y hasta sentimientos que estaban y continúan estando asociados al uso de drogas y alcohol. Por estas razones, el proceso de recaída puede ser tan alto en la población de individuos que luchan por mantenerse limpios de toda sustancia química.
En el campo de la adicción y la salud mental la recaída no es un evento, sino un proceso que se puede detectar y detener.
La recaída se define como el proceso de retroceso a los patrones de comportamiento y pensamiento típicos de la adicción activa, que ya se habían superado y que finalmente llevan de vuelta al uso, retrocediendo hasta llegar de vuelta al estado de enfermedad adictiva que existía antes de comenzar la recuperación.
Lo primero que usted puede hacer para prevenir una recaída en estas épocas festivas es conocer los síntomas del proceso de recaída. Éstos son muy notables y pueden ser factores para destruir lo que el camino de la recuperación ha construido.
Algunos de estos síntomas son:
• El pensamiento obsesivo por volver a usar regresa y el individuo experimenta sueños, pensamientos e ideas continuas por volver a sentir las sensaciones producidas por el químico.
• El individuo comienza a desafiar su plan de recuperación volviendo a lugares de riesgo y relacionándose con personas asociadas con el uso.
• Se evidencia un descuido del plan de recuperación una vez el individuo deja de ir a reuniones de apoyo, falta a las citas con el terapeuta, deja de leer, descontinúa su plan de nutrición o de ejercicios, etc.
• Desconexión de las nuevas relaciones que fueran hechas dentro de su recuperación con consejeros, pastores, etc.
• Aumentan los sentimientos de irritabilidad e intolerancia, especialmente en las relaciones significativas.
• Obsesión con la imagen o los defectos físicos demostrada por dietas excesivas, preocupación excesiva acerca del peso, etc.
• Sobrevienen estados emocionales incómodos, como la depresión y la ansiedad que no necesariamente se relacionan con algún evento externo.
• Renacen o se intensifican resentimientos hacia otras personas.
• Aumentan las discusiones en el hogar y la familia.
• Se notan defensivos cuando se les habla de su recuperación o al ser retroalimentados por otros.
• Insomnio, intranquilidad y dificultad para descansar.
• Preocupación obsesiva por el dinero y por la seguridad financiera.
Medidas de prevención de recaída:
1. No promueva ningún tipo de uso de sustancias, incluyendo el uso de nicotina o alcohol. Considere remedios naturales que le ayuden a controlar el deseo y ayuden en la desintoxicacion.
2. No promueva la participación en ambientes festivos en los que exista la posibilidad de volver a experimentar con sustancias, como discotecas, fiestas, ceremonias con el uso de drogas y alcohol.
3. No facilite la descontinuación de responsabilidades adquiridas como trabajo e independencia financiera.
4. Promueva todo lo que represente un sistema de apoyo para el individuo como servicios religiosos, terapias familiares y grupales.
5. Refuerce todo valor que ha aprendido dentro de su proceso de recuperación.
6. Reconozca que la adicción tiene un componente altamente espiritual y que la espiritualidad será la fuente que verdaderamente los conducirá a vivir una vida completamente sana y capaz para enfrentar las tentaciones de este mundo.
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