Los efectos positivos de dejar de fumar comienzan casi inmediatamente. El cuerpo empieza a sentir cambios que continúan por años.
Por ejemplo:
• A las ocho horas: los niveles de monóxido de carbono y oxígeno en la sangre se normalizan.
• Un día: se disminuye la posibilidad de un ataque al corazón.
• A los dos días: se regeneran los extremos de los nervios y aumenta el sentido del gusto y el olfato.
• Dos semanas: mejora la circulación sanguínea y el funcionamiento de los pulmones.
• De uno a nueve meses: disminuye la tos, la congestión, la fatiga y se reduce la sensación de falta de oxígeno.
• Un año: la posibilidad de un ataque al corazón se reduce a la mitad.
• Cinco años: el riesgo de un derrame cerebral es similar al de una persona que nunca ha fumado.
• 15 años: El riesgo de una enfermedad o muerte de cardiopatía coronaria es casi igual al de una persona que nunca ha fumado.
lunes, 19 de abril de 2010
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