martes, 9 de diciembre de 2008

Vacunas contra la influenza sin timerosal


La vacunación es sin duda, la estrategia de salud pública de mayor impacto y costo efectividad de todos los tiempos. En el pasado, la causa principal de muerte de niños y adultos eran las enfermedades infecciosas.

Hoy día es gracias al uso de vacunas que logramos controlar enfermedades cuyos efectos son severos especialmente en los niños.

Sin embargo, en ocasiones se ha cuestionado su seguridad y uno de los retos más difíciles encontrados en ese sentido lo fue el argumento de que la exposición al timerosal (preservativo que se utilizaba en las vacunas) puede producir daño neurológico o causar autismo. Esta es una teoría o aseveración que hoy día sabemos que no tiene validez científica.

El timerosal es un preservativo con propiedades antisépticas que se utilizaba desde 1930 por la industria farmacéutica en algunas vacunas y otros productos con el objetivo de prevenir contaminación.

El Instituto de Medicina (IOM, por sus siglas en inglés) ha revisado toda la data epidemiológica, biológica y clínica disponible relacionada al timerosal y su ingrediente activo etylmercurio, y la hipótesis específica de que este preservativo en las vacunas puede causar autismo.

El panel también estudió la evidencia análoga de estudios en metil mercurio (el que se encuentra en pescado y otros alimentos).

Sus conclusiones sostienen que la evidencia científica rechaza esta hipótesis sobre las vacunas y el autismo y que el itinerario de vacunación no debe ser alterado.

Precisamente estos son los meses de vacunación para prevenir la influenza, una enfermedad respiratoria muy contagiosa causada por el virus de la influenza.

Este virus puede causar enfermedad en personas de cualquier grupo de edad, pero la infección es más común en los niños.

Sin embargo, la enfermedad severa y complicaciones como la muerte son más comunes entre las personas mayores de 65 años, en los niños menores de 2 años y en personas que tienen ciertas condiciones médicas crónicas que aumentan su riesgo de complicaciones.

La vacuna contra la influenza es el mejor método para prevenir esta infección y sus complicaciones.

Esta vacuna puede ser administrada a personas mayores de 6 meses de edad para reducir la posibilidad de enfermedad y de transmisión a otras personas. Sus beneficios para todos (incluyendo niños pequeños y embarazadas) son mayores que el argumento teórico sobre los riesgos del timerosal en las vacunas. El riesgo de enfermedad severa es más elevado en los niños pequeños y la vacunación ha demostrado ser efectiva en reducir el riesgo de esta enfermedad y sus complicaciones, mientras que el argumento del timerosal es uno teórico que no ha podido ser probado científicamente.

Además, es importante aclarar que existen preparaciones de esta vacuna totalmente libres de este preservativo que pueden ser utilizados para vacunar infantes, niños y embarazadas.

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