El reflujo gastroesofágico es una condición muy prevalente y las estadísticas en Estados Unidos indican que afecta a 60 millones de personas por lo menos una vez al mes.
Ésto ocurre cuando los jugos gástricos se mueven del estómago hacia el esófago. Puede ocurrir en cualquier momento del día y se convierte en una enfermedad cuando causa síntomas significativos o cuando causa daño a las paredes del esófago.
Los síntomas más comunes del reflujo son la hervedera y la sensación de que el contenido gástrico sube al pecho.
Otros síntomas del reflujo gastroesofágico son: dolor de pecho, dificultad para tragar, eructos frecuentes, carraspera, tos o ahogo nocturno, mal aliento, ronquera y sabor amargo.
Los síntomas del reflujo nocturno incluyen: tos, ahogo, ronquera, problemas respiratorios y disturbios en el sueño.
Sus factores de riesgo incluyen: la obesidad, el consumo de alcohol, el embarazo, fumar y consumir alimentos como jugos cítricos, café, comidas fritas o picantes y chocolate. Ciertos medicamentos pueden predisponer al reflujo.
El diagnóstico de esta enfermedad se hace principalmente con el historial del paciente. En ocasiones, la endoscopia y las pruebas de pH del esófago ayudan en este propósito. El tratamiento empieza con modificaciones en estilos de vida y en la dieta. Los medicamentos se utilizan dependiendo de la severidad del problema. Entre los más comunes están: los antiácidos, inhibidores de la histamina y los inhibidores de la bomba de protones en el estómago.
La manera natural
Mucho puede ser hecho para mejorar la digestión y la armonía en el estómago. Consumiendo comidas más frecuentes, más pequeñas, a través del día puede ayudar a la digestión. La selección del alimento es crucial - pues algunos alimentos (tales como la mayoría de condimentos, alimentos picantes y de comida basura) pueden contribuir a las sensaciones de ardor en el estómago y el esófago. Comiendo antes de la hora de acostarse puede también ser problemático, pues la gravedad está trabajando contra el estómago y puede causar reflujo ácido.
Mantener un peso sano y usar la ropa suelta pueden también ayudar a su sistema digestivo para funcionar correctamente.
Los remedios naturales pueden también ayudar a apoyar el sistema nervioso y a mantener los nervios calmados para permitirnos digerir nuestros alimentos correctamente y con poco malestar. De hecho, los remedios naturales se han utilizado en la medicina tradicional por millares de años para apoyar el funcionamiento sano del estómago, y el sistema digestivo en general.
Considere un remedio con una selección de ingredientes homeopáticos conocidos para aliviar sensaciones de malestar y ardor después del consumo de alimentos debido al ácido excesivo y a la inquietud digestiva.
miércoles, 25 de noviembre de 2009
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